lunes, 22 de agosto de 2011

Pero no tengo la necesidad de llegar pronto a casa para encender el ordenador para ver que novedades hay o de coger el movil... No me refiero a una necesida material, sino a una necesidad física. A la necesidad de mirarle y no decir nada, de abrazarle como si no le fuese a ver nunca más. La necesidad de llamarle aunque no tenga nada que decir. La necesidad de verle reir, de decirle te quiero. La necesidad de que se ria de mi porque casi me caigo; la necesidad de preguntarme que tal estará después de no verle durante tres dias, de preguntarme si se acordara de mi, si me echará de menos. La necesidad de pegarle para que se enfade; la necesidad de darle un beso cuando menos se lo espere y, lo que es mejor, de robarle un beso. La necesidad de no decir nada porque es obvio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario